SUICIDIOS | Datos de 2009
La crisis y el desempleo golpean a los jóvenes europeos
Jóvenes protestan por la pérdida de empleo en Madrid. | EL MUNDO
- El mayor número de suicidios se dio entre los varones de 15 a 24 años
¿Qué impacto tiene la crisis económica en la salud? ¿Afecta por igual a todos los ciudadanos? Parece que no. En Europa, son los varones jóvenes de entre 15 y 24 años los que más sucumben ante la falta de perspectivas laborales, ya que la cifra de suicidios en 2009 aumentó más en esta franja de edad, según los datos de un estudio que ha analizado la tasa de desempleo y suicidios en 54 países de la UE y de América.
Según la Organización Internacional del Trabajo, el número de personas sin empleo en 2009 era de 212 millones, 34 millones más comparados con las cifras de 2007. Desde que se inició la crisis, la Organización Mundial de la Salud ha mostrado su preocupación por el impacto que la recesión económica tiene sobre la salud y, en concreto, sobre la salud mental.
Para conocer cómo ha impactado la crisis en la tasa de suicidios, investigadores de las universidades de Hong Kong, Bristol y Oxford han llevado a cabo un análisis de los datos de desempleo y suicidio de 2009 de 53 países (27 europeos, 18 del continente americano, ocho de Asia y uno africano) y los han comparado con las cifras de años previos.
El análisis estadístico incluyó la tasa de suicidios, según datos de mortalidad registrados por la OMS y los Centros del Control y Prevención de Enfermedades de EEUU, las cifras de desempleo y el producto interior bruto (PIB) de cada uno de estos países, según la base de datos del 'World Economic Outlook' del Fondo Monetario Internacional. De esta manera, se comprobó que, con respecto a 2008, la tasa global de desempleo aumentó un 37% y el PIB bajó un 3%.
En cifras globales, la tasa de suicidio en hombres aumentó un 3,3%. Sin embargo, no se produjo ningún cambio significativo en la de mujeres. El mayor número de muertes en varones fue detectado en los países europeos, con un aumento del 4,2%, y en los 18 países del continente americano, con un 6,4%.
"Nuestros resultados muestran que la crisis económica supone, considerablemente, un riesgo de suicidio", afirman los autores de este estudio publicado en la revista 'British Medical Journal'. Además, el trabajo muestra que, en Europa, son los jóvenes los más afectados, pues la mayor tasa de suicidio (11,7%) se dio en los que tienen una edad comprendida entre los 15 y los 24 años. Sin embargo, en los países del continente americano el mayor número de muertes por esta causa se produjo en hombres cuya edad estaba entre los 45 y 64 años.
El aumento en el número de suicidios es sólo una pequeña parte del sufrimiento emocional causado por la recesión económica, según explican los investigadores. "Los intentos de suicidios que no terminan en muerte podrían ser 40 veces más frecuentes que los que finalizan con la vida de la persona, y por cada intento unas 10 personas experimentan pensamientos suicidas", señala el trabajo.
"Estudios recientes sobre el riesgo de depresión en España y Reino Unido corroboran nuestras observaciones de que los hombres tienden a sufrir más problemas de salud mental en un contexto de recesión económica. Suelen ser ellos los que aportan el principal sustento en las familias y podrían experimentar un mayor grado de vergüenza ante una situación de desempleo, además suelen pedir menos ayuda", señala el estudio.
En cuanto a cuál es la causa por la que el suicidio se da más entre los jóvenes entre 15 y 24 años, el profesor David Gunnell, experto en epidemiología de la Universidad de Bristol, señala a ELMUNDO.es que quizás se deba a que "la pérdida de empleo se da con más frecuencia en los jóvenes, tienen más dificultad para encontrar un trabajo que los más mayores o también podría deberse a que están menos protegidos por los sistemas de seguridad social".
Según refleja este trabajo, la tasa de suicidio en España en 2008 fue del 11,9% para los varones y del 3,4% entre las mujeres, es decir, del 7,65% en global. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el organismo que se encarga de publicar las cifras sobre suicidio en nuestro país, señalaban que la tasa de suicidio aumentó un 0,7% en 2011, pasando del 6,1% al 6,8% y suponiendo un total de 3.180 fallecimientos para ese año. Sin embargo, cifras remitidas por la Conselleria de Interior de la Generalitat apuntan que, para ese mismo año, los suicidios en Cataluña aumentaron un 11,14%.
"En muchos países, la austeridad de los gobiernos está resultando en más pérdidas de trabajo, aumentando el riesgo de suicidio. Son necesarias acciones urgentes para prevenir que la crisis económica se traduzca en un nuevo aumento de suicidios", señala el estudio.
Entre otras medidas, Gunnel propone "incluir programas para incentivar el mercado laboral y entrenar y apoyar a las personas que han perdido sus empleos; asegurar que las medidas de austeridad no perjudiquen a quienes puedan estar ya en riesgo de depresión o suicidio (por ejemplo proteger a los grupos más vulnerables de la sociedad o a personas con una enfermedad mental). También se deberían contemplar medidas generales para aumentar la concienciación entre la población, las familias y los amigos de aquellas personas que han perdido un trabajo sobre los efectos que puede tener esto en su salud mental", concluye Gunnel.
Según la Organización Internacional del Trabajo, el número de personas sin empleo en 2009 era de 212 millones, 34 millones más comparados con las cifras de 2007. Desde que se inició la crisis, la Organización Mundial de la Salud ha mostrado su preocupación por el impacto que la recesión económica tiene sobre la salud y, en concreto, sobre la salud mental.
Para conocer cómo ha impactado la crisis en la tasa de suicidios, investigadores de las universidades de Hong Kong, Bristol y Oxford han llevado a cabo un análisis de los datos de desempleo y suicidio de 2009 de 53 países (27 europeos, 18 del continente americano, ocho de Asia y uno africano) y los han comparado con las cifras de años previos.
El análisis estadístico incluyó la tasa de suicidios, según datos de mortalidad registrados por la OMS y los Centros del Control y Prevención de Enfermedades de EEUU, las cifras de desempleo y el producto interior bruto (PIB) de cada uno de estos países, según la base de datos del 'World Economic Outlook' del Fondo Monetario Internacional. De esta manera, se comprobó que, con respecto a 2008, la tasa global de desempleo aumentó un 37% y el PIB bajó un 3%.
En cifras globales, la tasa de suicidio en hombres aumentó un 3,3%. Sin embargo, no se produjo ningún cambio significativo en la de mujeres. El mayor número de muertes en varones fue detectado en los países europeos, con un aumento del 4,2%, y en los 18 países del continente americano, con un 6,4%.
"Nuestros resultados muestran que la crisis económica supone, considerablemente, un riesgo de suicidio", afirman los autores de este estudio publicado en la revista 'British Medical Journal'. Además, el trabajo muestra que, en Europa, son los jóvenes los más afectados, pues la mayor tasa de suicidio (11,7%) se dio en los que tienen una edad comprendida entre los 15 y los 24 años. Sin embargo, en los países del continente americano el mayor número de muertes por esta causa se produjo en hombres cuya edad estaba entre los 45 y 64 años.
Un problema creciente
Por otro lado, los datos disponibles de 20 países europeos de 2010 muestran que el problema va en aumento, ya que en ese año la tasa de suicidio aumentó al 10,8% en hombres y al 4,8% en mujeres, manteniéndose el mayor número de muertes entre los jóvenes de 15 a 24 años.El aumento en el número de suicidios es sólo una pequeña parte del sufrimiento emocional causado por la recesión económica, según explican los investigadores. "Los intentos de suicidios que no terminan en muerte podrían ser 40 veces más frecuentes que los que finalizan con la vida de la persona, y por cada intento unas 10 personas experimentan pensamientos suicidas", señala el trabajo.
"Estudios recientes sobre el riesgo de depresión en España y Reino Unido corroboran nuestras observaciones de que los hombres tienden a sufrir más problemas de salud mental en un contexto de recesión económica. Suelen ser ellos los que aportan el principal sustento en las familias y podrían experimentar un mayor grado de vergüenza ante una situación de desempleo, además suelen pedir menos ayuda", señala el estudio.
En cuanto a cuál es la causa por la que el suicidio se da más entre los jóvenes entre 15 y 24 años, el profesor David Gunnell, experto en epidemiología de la Universidad de Bristol, señala a ELMUNDO.es que quizás se deba a que "la pérdida de empleo se da con más frecuencia en los jóvenes, tienen más dificultad para encontrar un trabajo que los más mayores o también podría deberse a que están menos protegidos por los sistemas de seguridad social".
Según refleja este trabajo, la tasa de suicidio en España en 2008 fue del 11,9% para los varones y del 3,4% entre las mujeres, es decir, del 7,65% en global. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el organismo que se encarga de publicar las cifras sobre suicidio en nuestro país, señalaban que la tasa de suicidio aumentó un 0,7% en 2011, pasando del 6,1% al 6,8% y suponiendo un total de 3.180 fallecimientos para ese año. Sin embargo, cifras remitidas por la Conselleria de Interior de la Generalitat apuntan que, para ese mismo año, los suicidios en Cataluña aumentaron un 11,14%.
"En muchos países, la austeridad de los gobiernos está resultando en más pérdidas de trabajo, aumentando el riesgo de suicidio. Son necesarias acciones urgentes para prevenir que la crisis económica se traduzca en un nuevo aumento de suicidios", señala el estudio.
Entre otras medidas, Gunnel propone "incluir programas para incentivar el mercado laboral y entrenar y apoyar a las personas que han perdido sus empleos; asegurar que las medidas de austeridad no perjudiquen a quienes puedan estar ya en riesgo de depresión o suicidio (por ejemplo proteger a los grupos más vulnerables de la sociedad o a personas con una enfermedad mental). También se deberían contemplar medidas generales para aumentar la concienciación entre la población, las familias y los amigos de aquellas personas que han perdido un trabajo sobre los efectos que puede tener esto en su salud mental", concluye Gunnel.
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