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Institutos Nacionales de la Salud
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Limpiar más arterias funciona en un ensayo de angioplastia
Detienen un estudio del corazón en Reino Unido después de que las limpiezas arteriales múltiples mostraran unos resultados potentes
Traducido del inglés: lunes, 2 de septiembre, 2013
Los pacientes a los que se abrieron varias arterias coronarias con técnicas de angioplastia durante la cirugía de emergencia tenían hasta un 65 por ciento menos probabilidades de morir, tener otro ataque cardiaco o dolores de pecho conocidos como angina durante el periodo de seguimiento que aquellos a quienes solo se les abrió la "arteria culpable".
El ensayo aleatorio de 465 pacientes en Gran Bretaña se detuvo pronto, en enero de 2013, cuando los resultados en el grupo en que se abrieron arterias múltiples se hicieron evidentes, reportaron los investigadores.
El estudio aparece en la edición en línea del 1 de septiembre de la revista New England Journal of Medicine, para coincidir con la presentación de los resultados en el Congreso de 2013 de la Sociedad Europea de Cardiología (European Society of Cardiology), en Ámsterdam.
Aunque la idea se había discutido antes, "hasta que se conocieron los resultados de este ensayo, había incertidumbre" sobre si se debía realizar el método preventivo de abrir más arterias, apuntó el investigador del estudio, el Dr. David Wald, de la Universidad Queen Mary de Londres.
"Se trata de un método muy agresivo", aseguró el Dr. Ravi Dave, cardiólogo del Centro Médico de la Universidad de California de Los Ángeles, en Santa Mónica, quien revisó los hallazgos pero no participó en el estudio. "Es contraintuitivo respecto a la forma en que la cardiología se practica [tradicionalmente]", añadió, ya que los médicos generalmente vigilan las demás arterias tras la realización de una angioplastia.
Sin embargo, Dave anotó que los investigadores mostraron en el ensayo que otras arterias coronarias podrían estar igual de malsanas que la arteria que provocó el ataque cardiaco.
Para el estudio, que se llevó a cabo entre 2008 y 2013, Wald y colegas evaluaron a 465 pacientes que habían sufrido un tipo de ataque cardiaco conocido como IMEST (infarto agudo del miocardio con elevación del segmento ST). Estudiaron ese tipo porque la arteria que provoca el ataque cardiaco se identifica con facilidad. Asignaron a alrededor de la mitad de los 465 pacientes al grupo de angioplastia preventiva, en que se abrieron los vasos adicionales, y a la otra mitad al grupo de angioplastias regulares.
Después de abrir la arteria en que ocurrió el ataque cardiaco, el grupo preventivo también se sometió a una angioplastia de otras arterias que tenían un bloqueo superior al 50 por ciento. En la angioplastia, se inserta un balón en la arteria, que luego se expande para restaurar el flujo sanguíneo. Después de esto, se inserta un dispositivo parecido a un andamio, conocido como dilatador o stent, para mantener la arteria abierta.
Cuando el equipo de Wald comparó el grupo preventivo con el grupo tradicional, halló que las tasas de muerte por causas cardiacas tras la angioplastia eran de 9 por cada 100 pacientes, en comparación con 23 por cada 100 pacientes en el grupo tradicional.
Las complicaciones, como los accidentes cerebrovasculares relacionados con el procedimiento o el sangrado excesivo, fueron similares en ambos grupos.
"Creo que este estudio es fundamental", aseguró el Dr. Ted Bass, presidente de la Sociedad de Angiografía e Intervenciones Cardiovasculares (Society for Cardiovascular Angiography and Interventions) y jefe de cardiología de Health-Jacksonville, de la Universidad de Florida. Bass revisó los hallazgos.
En EE. UU., añadió Bass, se pueden abrir vasos múltiples en la angioplastia electiva, pero cuando se realiza una angioplastia de emergencia en alguien que está sufriendo un ataque cardiaco, la práctica estándar es abrir solo la arteria en cuestión, con algunas excepciones.
"Esto se basa en que el paciente ya está bastante enfermo, y cuando se intenta arreglar un bloqueo en otro vaso sanguíneo, hay algunas probabilidades de que pase algo malo", apuntó Bass. "Es un poco como un campo minado". Los vasos sanguíneos son más reactivos tras un ataque cardiaco, añadió.
Según las directrices publicadas por su sociedad y otras organizaciones, apuntó, la opinión ha sido que, para la mayoría de pacientes, "no se debe hacer más que arreglar la arteria involucrada en el ataque cardiaco, pero el nivel de evidencia [para este método] ha sido un poco flojo".
Bass apuntó que el nuevo método no se implementará en EE. UU. hasta que investigaciones adicionales confirmen los resultados y las organizaciones hayan tenido la oportunidad de revisar la evidencia.
Dave, de la UCLA, puede ver ventajas y desventajas en el método estudiado.
"Es muy cómodo para el paciente, que todo se haga en una sola ocasión", comentó. "Pero podría ser un tratamiento excesivo".
Wald, el autor líder del estudio, anotó que "el costo inicial de la [angioplastia] preventiva es más alto, pero habría una reducción en el costo posterior debido a una reducción en la necesidad de readmisión hospitalaria, investigación cardiaca y procedimientos repetidos".
Wald reportó que era director de Polypill Ltd, un programa farmacológico para la prevención del ataque cardiaco y el accidente cerebrovascular.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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