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Institutos Nacionales de la Salud
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Los genes de las chinches de las camas pueden protegerlas de los insecticidas
Un estudio ayuda a explicar por qué estos parásitos que se alimentan de sangre son tan difíciles de matar
Traducido del inglés: lunes, 9 de septiembre, 2013
Al parecer las chinches tienen genes que desarman a los pesticidas. La mayoría de los genes son activos en las capas externas o cutículas de los insectos. Lo que hacen algunos es rechazar los venenos antes de que puedan entrar en el cuerpo de los insectos. Otros genes rompen los enlaces químicos moleculares y los vuelven inofensivos.
Científicos de la Universidad de Kentucky descubrieron los genes tras evaluar los genomas enteros de 21 diferentes poblaciones de chinches de ciudades del Medio Oeste. Tardaron 4 años en finalizar el estudio.
Descubrieron 14 genes que funcionan en varias combinaciones para desbaratar a los venenos llamados piretroides, las sustancias químicas que han servido como agentes de primera línea contra las plagas de chinches.
Cuando bloquearon estos genes, las chinches volvieron a ser vulnerables a los insecticidas de piretroides.
Hasta la fecha, las chinches son los únicos insectos que se han encontrado que tienen este tipo de defensas en su cutícula externa. Otros insectos, que se alimentan de plantas, desarrollan unas defensas a las toxinas en sus intestinos.
Eso tiene mucho sentido, afirmó el coautor del estudio, Subba Palli, profesor de entomología en la Universidad de Kentucky, en Lexington.
"Las chinches se alimentan de la sangre humana. La única manera en la que realmente se exponen a los insecticidas es cuando se los rociamos sobre el cuerpo con un aerosol o si pasan sobre el insecticida. Por eso puede que hayan desarrollado un modo distinto de defenderse", afirmó.
Bloquear estas defensas genéticas especiales en el laboratorio es un proceso relativamente sencillo. Los científicos simplemente inyectan cadenas de ARN en los insectos que interfieren en la expresión genética. No es posible inyectar ARN en las chinches que andan sueltas, por supuesto.
"Un problema importante es cómo suministrarlas al insecto. Si alguien resuelve eso, creo que podría tener un producto muy bueno" para eliminar chinches, aseguró Palli.
La investigación se publicó a principios de este año en la revista Nature. Además, será presentada el lunes en la reunión anual de la Sociedad Americana de Química (American Chemical Society) en Indianápolis.
"Pienso que el trabajo es muy interesante y que está al frente de la investigación sobre las chinches", afirmó Mark Feldlaufer, entomólogo del Servicio de Investigación sobre la Agricultura del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), en Beltsville, Maryland.
"Salen de noche. Solo necesitan entre 5 y 8 minutos para alimentarse y entonces vuelven a las grietas y los huecos donde se amontonan. Esas grietas y huecos podrían estar en el colchón o en la cabecera de la cama o en lugares así", explicó Feldlaufer. "Así, cuando se aplica el insecticida, es difícil llegar a donde están".
Llegar hasta donde están es un problema, afirmó Feldlaufer, que estudia las chinches, pero que no participó en esta nueva investigación.
"Y si son resistentes a muchas de las sustancias químicas que se usan, eso es otro problema", añadió.
Entonces, ¿qué puede hacer alguien que tiene chinches en casa? En el comunicado de prensa de la Sociedad Americana de Química, el autor de estudio, Fang Zhu, de la Universidad Estatal de Washington, recomendó medidas de sentido común, como ordenar el dormitorio, pasar la aspiradora con frecuencia, lavar las sábanas con agua caliente y calentarlas en una secadora, y sellar las grietas y los huecos.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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