TESTIMONIO | Víctima de un cáncer
'Dejadme marchar', un homenaje a los que se van
El libro es un homenaje al hermano de Begoña.| EM
- Begoña relata la muerte de su hermano de 33 años víctima de un cáncer
Marcos Sueiro | Santiago
Actualizado lunes 16/09/2013 17:38 horas
Han pasado 10 años desde la muerte de su hermano, Sergio, y la diseñadora coruñesa, Begoña Peñamaría, ha decidido contar la historia de un hombre que con tan sólo 33 años falleció a causa de un cáncer de estómago. Y aunque el dolor por la pérdida nunca termina de digerirse, el libro 'Dejadme marchar' publicado por InÉditor, se ha convertido en un particular homenaje a la lucha con poca esperanza que emprendió Sergio cuando tras una operación quirúrgica le diagnosticaron un tumor en el estómago.
A pesar de que Sergio nunca perdió la ilusión, sabía que su enfermedad terminal sólo podía ser aliviada por medio de un tratamiento paliativo y siempre fue consciente de que la solución clínica todavía no existía para su enfermedad (un tumor en estadio IV). De ahí que, según Begoña, "viviese durante siete meses entre el enfado y disfrazando su ánimo".
Transcurrido el tiempo y lejos de sucumbir ante la tentación derrotista por la pérdida de un ser querido, Begoña Peñamaría, comenzó a escribir el relato de una enfermedad vivida de forma colectiva "porque yo quería que la gente supiese que no sólo es una cuestión de lucha sino del azar, y estas personas merecen también un homenaje y un reconocimiento". De ahí que el libro "tenga un montón de mensajes positivos y se haya convertido en un 'manual de meditación' para valorar lo que realmente es importante y lo que no". Begoña Peñamaría no vacila y de forma rotunda explica que "al terminar de leer 'Dejadme marchar' te haces mejor persona".
El relato planteado por la escritora novel se divide en dos partes. Siempre es Sergio quien escribe, el que recuerda las anécdotas de su infancia y el que reescribe los momentos más duros de la enfermedad. Según Peñamaría, "en ocasiones sentía que escribía a cuatro manos y los recuerdos más difusos se convertían en vivencias recientes".
Y mientras la historia oral vivida se transformaba en una historia escrita "me di cuenta de que la esperanza se encuentra en la fe, en que hubo momentos en los que estaba aquí por nosotros y que nos pedía en silencio dejadme marchar".
Cuando la historia ya está en un libro para siempre, Begoña Peñamaría, tiene la sensación de haber cumplido una misión y la certeza de que "la historia de mi hermano tiene que ver con la fe y con la esperanza necesarias para aprender a vivir".
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