Congreso Internacional de Nutrición
La grasa parda: nueva vía de prevención y tratamiento metabólico
Los últimos avances en relación al descubrimiento de la importancia del tejido adiposo marrón en humanos ha sido uno de los temas que se ha debatido durante el congreso.
Laura Pérez Torres. Granada | dmredaccion@diariomedico.com | 23/09/2013 00:00
Los últimos avances en relación al descubrimiento de la importancia del tejido adiposo marrón en humanos ha sido uno de los temas que se ha debatido durante el XX Congreso Internacional de Nutrición celebrado en Granada. "Se conocía que el tejido adiposo marrón era importante en pequeños roedores, en el sentido de que es un tejido especializado en producir calor a partir de la energía de los alimentos. Descubrir que en el humano adulto es activo ha sido un gran paso", según Andreu Palou, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de las Islas Baleares (UIB).
Acumulación temprana
Según el catedrático, se creía que después de nacer el tejido adiposo iba rápidamente desapareciendo y se perdía de una manera inesperada. Pero estudios que se hicieron en pacientes con cáncer dieron un giro. "No toda la grasa que acumulamos en el cuerpo es igual, ni tenemos la misma facilidad para deshacernos de ella. La grasa parda, que hasta hace poco sólo interesaba a unos pocos investigadores, se ha revelado como una gran promotora del gasto energético, con su consiguiente papel en el metabolismo de los triglicéridos y la glucosa".
Esta importancia creciente de la grasa parda se deriva de que se acumula sobre todo en los primeros años de vida para ayudar a los niños a mantener una buena temperatura corporal ante el frío. Sin embargo, cada vez más estudios sugieren que los adultos mantienen pequeñas cantidades de esta grasa parda que podría mejorar su metabolismo y, en consecuencia, ayudar a prevenir la obesidad.
Estimular el calor
Jan Nedergaard, de la Universidad de Estocolmo en Suecia, ha comentado que "mitad grasa, mitad músculo, la apariencia de la grasa parda tiende más a una especie de músculo; de hecho, las células embrionarias pueden tanto diferenciarse en músculo como en grasa parda, pero no en grasa normal". Si este tejido adiposo marrón se puede activar y, por tanto, producir más calor, "entonces una mayor parte de la energía se disipa como calor y menos energía de los alimentos se acumula como grasa", según Palou, quien ha hecho hincapié en que "el descubrimiento de que hay tejido adiposo marrón activo en humanos ha abierto nuevas perspectivas en el tratamiento de la obesidad y en la prevención y terapia del síndrome metabólico".
Según el catedrático de la UIB, el gran reto es cómo activar este tejido adiposo marrón. En este marco surge el proyecto europeo Diabat donde el grupo de investigación español que participa, y del que Palou forma parte, se dedica a identificar los efectos de algunos nutrientes para estimular la producción de calor a partir de alimentos.
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