IntraMed - Artículos - Tumores hepáticos sólidos comunes
12 NOV 12 | Recomendaciones para el diagnóstico Tumores hepáticos sólidos comunes Esta revisión analiza las diversas características de las lesiones hepáticas sólidas más comunes y las recomendaciones prácticas para el diagnóstico. |
Dres. Nimer Assy, Gattas Nasser, Agness Djibre, Zaza Beniashvili, et al
World J Gastroenterol 2009 July 14; 15(26): 3217-3227
Introducción
Cada vez se identifican más los tumores hepáticos debido al uso generalizado de las técnicas de imagen como la ecografía, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM). La mayoría de estas lesiones son detectadas incidentalmente en pacientes asintomáticos. Una historia detallada y la exploración física son esenciales para el diagnóstico y el tratamiento de los tumores sólidos del hígado. Por ejemplo, el uso de anticonceptivos orales o de esteroides anabólicos podría estar relacionado con el adenoma hepático; el consumo de alcohol y la exposición ocupacional se asocian con el angiosarcoma mientras que la colangitis esclerosante primaria, la fasciola hepática, la enfermedad de Caroli y los quistes del colédoco lo hacen con el colangiocarcinoma.
El examen físico debe buscar la sensibilidad del hígado y los signos de hepatopatía crónica o de deterioro general (fiebre, pérdida de peso). La fosfatasa alcalina y la deshidrogenasa láctica elevadas, la albúmina baja, el tiempo de protrombina elevado y la sobrecarga de hierro no son específicos, pero podrían hacer sospechar hepatitis crónica, cirrosis o un proceso infiltrante. El antecedente de hepatitis B o C o de cirrosis puede orientar hacia el hepatocarcinoma (HC). Una neoplasia previa o un tratamiento quimioterapéutico aumentan la sospecha de metástasis hepáticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario