DESCUBRIMIENTO | Exploraciones en 4D
Los fetos también bostezan
Un feto bosteza en la semana 27 de gestación.|PLoS ONE
A pesar de que desde hace años se discute si los fetos, en fases de gestación avanzada, son capaces de bostezar o simplemente presentan aperturas bucales, no se sabía nada hasta que investigadores de las universidades de Durham y Lancaster (Reino Unido) han conseguido arrojar luz al dilema y descubrir que, efectivamente, los fetos también pueden bostezar.
Bostezos en 4D
En su estudio, publicado en 'PloS ONE', los científicos utilizaron exploraciones en cuatro dimensiones (4D) en 15 fetos sanos durante las semanas 24 a 36 de su gestación, que es cuando los fetos presentan más movimientos ya que sus órganos están más desarrollados. "Y tras 58 escáners hemos podido distinguir claramente lo que era un bostezo de una apertura de la boca normal", explica la doctora Nadja Reissland, del departamento de Psicología de la Universidad de Durham.¿Cómo? "Para llegar a diferenciarlos nos basamos en la duración de la apertura bucal utilizando las secuencias de vídeo ultrasonido 4D que nos permitió observar de cerca todos los movimientos bucales que hacía el feto", señala esta especialista.
Utilizando todos los criterios y baremos que existen hasta la fecha para distinguir un bostezo de lo que no lo es, el equipo de investigadores descubrió que más de la mitad de las aperturas bucales eran, en realidad bostezos. "En concreto, hemos contabilizado un promedio de seis bostezos a la hora por casi tres aperturas bucales normales en el mismo tiempo", indican.
"Pero hay más", señala Reissland. "En las semanas de gestación estudiadas descubrimos que, a partir de la 28, estas aperturas, bostezos o no, van disminuyendo sensiblemente", explica Reissland. "Además, ocho de estos fetos eran femeninos por siete masculinos, pero el sexo del feto no introdujo diferencias significativas en ningún parámetro estudiado".
Marcando la salud fetal
Además de la curiosidad, la pregunta está en qué aporta este descubrimiento. "La segunda parte de este hallazgo será ver qué implicaciones tiene, pero se apuntan varias hipótesis", señala Reissland. "A diferencia de lo que nos pasa a cualquiera de nosotros, los fetos no pueden bostezar por contagio ni porque tengan sueño. En cambio, la frecuencia de los bostezos en el útero puede estar relacionado con la maduración del cerebro temprano en la gestación, por lo que puede ser un buen baremo para ver la salud del feto", explican.A esto, los investigadores añadieron que el acto de bostezar de los fetos puede indicar la maduración de su sistema nervioso central, pero "todo esto son hipótesis que habrán de investigarse a partir de ahora", concluye Reissland.
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