Los pacientes oncológicos en tratamiento activo con quimioterapia, objetivo prioritario de vacunación contra la gripe
Madrid (07/11/2012) - Redacción
El Consenso 2012 de Vacunación de los grupos de riesgo frente al virus de la gripe, elaborado por diversas sociedades científicas, entre los que se encuentra la Sociedad Española de Oncología Médica y el Grupo de Estudio de la Gripe, recomienda la inmunización antigripal en algunos grupos de pacientes para protegerse de la infección y de sus complicaciones
La infección por el virus de la gripe es una importante causa potencial de morbilidad grave en los pacientes oncológicos. Por esta razón, el Consenso 2012 de Vacunación de los grupos de riesgo frente al virus de la gripe, elaborado por diversas sociedades científicas españolas, entre ellas la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), y el Grupo de Estudio de la Gripe (GEG), hace especial hincapié en la necesidad de ampliar la cobertura vacunal antigripal a las personas con cáncer que debido a su enfermedad o tratamiento presenten criterios de riesgo frente a la infección por el virus.
Según los datos de vacunación antigripal de la temporada 2011-2012, registrados por el GEG a través del Gripómetro, el 82,2 por ciento de los pacientes oncológicos es consciente de que el cáncer es una enfermedad por la que se recomienda la inmunización frente a la gripe, mientras que un 58,1 por ciento de este colectivo confía en la vacuna antigripal como un medio útil para prevenirla. Sin embargo, frente a estas cifras, la realidad evidencia que sólo un 31,8 por ciento de los pacientes con cáncer menores de 65 años se vacunó durante la temporada 2011-2012. Por su parte, sólo un 66,8 por ciento de los mayores de 65 años con cáncer se inmunizó, frente al objetivo mínimo del 75 por ciento marcado por la Organización Mundial de la Salud, lo que supone el grupo de riesgo con menos vacunas administradas de todos los colectivos analizados.
Por esta razón, desde el Grupo de Estudio de la Gripe, en colaboración con todas las sociedades científicas firmantes del Consenso 2012 de Vacunación, "pretendemos que la recomendación a favor de la vacunación en los grupos de riesgo como los pacientes oncológicos se convierta en rutinaria y que ningún paciente manifieste complicaciones de su enfermedad o desarrolle otras patologías por no haber sido informado de su riesgo en caso de contraer gripe ni haya sido inmunizado frente a ella", indica el Dr. Ramón Cisterna, coordinador del Grupo de Estudio de la Gripe y jefe de Servicio de Microbiología Clínica y Control de la Infección del Hospital de Basurto (Bilbao).
Así, los especialistas reconocen que se hace más necesaria la implicación activa de todos los profesionales sanitarios, más allá de los médicos de Atención Primaria, para que informen y recomienden la vacunación a los pacientes, al tiempo que piden a la sociedad general que de forma proactiva solicite la vacuna a sus facultativos.
Los pacientes con cáncer son un objetivo prioritario de vacunación única estacional y, especialmente, aquellos que están en tratamiento activo con quimioterapia, seguidos de los pacientes que han recibido quimioterapia en el último año, bien sea como tratamiento curativo o paliativo.
En la población oncológica adulta, aunque es posible que la respuesta inmune sea menor que en otros colectivos, los expertos aconsejan la vacunación en base a la evidencia de que la inmunización puede prevenir las posibles complicaciones de la gripe. "En cuanto a los pacientes pediátricos todavía existen dudas de si su respuesta inmunitaria a la vacuna antigripal puede protegerlos de la infección por influenza o de sus complicaciones asociadas, aunque en cualquier caso, siempre es recomendable su inmunización", explica el Dr. César A. Rodríguez, secretario científico de la SEOM.
Dentro de este colectivo, las personas en tratamiento inmunosupresor suelen tener una respuesta inmunitaria a las vacunas inferior a la de las personas inmunocompetentes, aunque su vacunación puede ser beneficiosa para prevenir infecciones como la gripe que, en ellos tienen una mayor gravedad.
De esta forma, "la vacuna debe administrarse, si es posible, al menos dos semanas antes del inicio tratamiento inmunosupresor y si el paciente ya está recibiendo quimioterapia, la vacuna ha de administrarse una vez recuperada la inmunidad del paciente e inmediatamente antes del siguiente ciclo de quimioterapia. Aunque la eficacia de la vacuna pueda ser menor, es preferible que se vacune a que no lo haga -explica el especialista de la SEOM- aunque se tiene que considerar que quizá la vacunación no haya inmunizado al paciente, por lo que algunos aconsejan revacunar tres meses después de acabar el tratamiento". Para los pacientes sin tratamiento activo y en largo seguimiento sin recidiva y sin inmunosupresión, las recomendaciones de vacunación probablemente puedan extrapolarse al resto de la población y grupos de riesgo.
En palabras del Dr. Cisterna: "la vacunación en estos grupos de riesgo es de vital importancia, porque el virus de la gripe no solo es causa de enfermedad primaria, sino porque puede derivar en otras patologías o agravar enfermedades ya existentes en el paciente". Por eso, en todas las personas con enfermedades crónicas preexistentes, y también entre los pacientes con cáncer antes descritos, se recomienda especialmente la vacunación antigripal.
:: El Médico Interactivo :: Los pacientes oncológicos en tratamiento activo con quimioterapia, objetivo prioritario de vacunación contra la gripe
Según los datos de vacunación antigripal de la temporada 2011-2012, registrados por el GEG a través del Gripómetro, el 82,2 por ciento de los pacientes oncológicos es consciente de que el cáncer es una enfermedad por la que se recomienda la inmunización frente a la gripe, mientras que un 58,1 por ciento de este colectivo confía en la vacuna antigripal como un medio útil para prevenirla. Sin embargo, frente a estas cifras, la realidad evidencia que sólo un 31,8 por ciento de los pacientes con cáncer menores de 65 años se vacunó durante la temporada 2011-2012. Por su parte, sólo un 66,8 por ciento de los mayores de 65 años con cáncer se inmunizó, frente al objetivo mínimo del 75 por ciento marcado por la Organización Mundial de la Salud, lo que supone el grupo de riesgo con menos vacunas administradas de todos los colectivos analizados.
Por esta razón, desde el Grupo de Estudio de la Gripe, en colaboración con todas las sociedades científicas firmantes del Consenso 2012 de Vacunación, "pretendemos que la recomendación a favor de la vacunación en los grupos de riesgo como los pacientes oncológicos se convierta en rutinaria y que ningún paciente manifieste complicaciones de su enfermedad o desarrolle otras patologías por no haber sido informado de su riesgo en caso de contraer gripe ni haya sido inmunizado frente a ella", indica el Dr. Ramón Cisterna, coordinador del Grupo de Estudio de la Gripe y jefe de Servicio de Microbiología Clínica y Control de la Infección del Hospital de Basurto (Bilbao).
Así, los especialistas reconocen que se hace más necesaria la implicación activa de todos los profesionales sanitarios, más allá de los médicos de Atención Primaria, para que informen y recomienden la vacunación a los pacientes, al tiempo que piden a la sociedad general que de forma proactiva solicite la vacuna a sus facultativos.
Los pacientes con cáncer son un objetivo prioritario de vacunación única estacional y, especialmente, aquellos que están en tratamiento activo con quimioterapia, seguidos de los pacientes que han recibido quimioterapia en el último año, bien sea como tratamiento curativo o paliativo.
En la población oncológica adulta, aunque es posible que la respuesta inmune sea menor que en otros colectivos, los expertos aconsejan la vacunación en base a la evidencia de que la inmunización puede prevenir las posibles complicaciones de la gripe. "En cuanto a los pacientes pediátricos todavía existen dudas de si su respuesta inmunitaria a la vacuna antigripal puede protegerlos de la infección por influenza o de sus complicaciones asociadas, aunque en cualquier caso, siempre es recomendable su inmunización", explica el Dr. César A. Rodríguez, secretario científico de la SEOM.
Dentro de este colectivo, las personas en tratamiento inmunosupresor suelen tener una respuesta inmunitaria a las vacunas inferior a la de las personas inmunocompetentes, aunque su vacunación puede ser beneficiosa para prevenir infecciones como la gripe que, en ellos tienen una mayor gravedad.
De esta forma, "la vacuna debe administrarse, si es posible, al menos dos semanas antes del inicio tratamiento inmunosupresor y si el paciente ya está recibiendo quimioterapia, la vacuna ha de administrarse una vez recuperada la inmunidad del paciente e inmediatamente antes del siguiente ciclo de quimioterapia. Aunque la eficacia de la vacuna pueda ser menor, es preferible que se vacune a que no lo haga -explica el especialista de la SEOM- aunque se tiene que considerar que quizá la vacunación no haya inmunizado al paciente, por lo que algunos aconsejan revacunar tres meses después de acabar el tratamiento". Para los pacientes sin tratamiento activo y en largo seguimiento sin recidiva y sin inmunosupresión, las recomendaciones de vacunación probablemente puedan extrapolarse al resto de la población y grupos de riesgo.
En palabras del Dr. Cisterna: "la vacunación en estos grupos de riesgo es de vital importancia, porque el virus de la gripe no solo es causa de enfermedad primaria, sino porque puede derivar en otras patologías o agravar enfermedades ya existentes en el paciente". Por eso, en todas las personas con enfermedades crónicas preexistentes, y también entre los pacientes con cáncer antes descritos, se recomienda especialmente la vacunación antigripal.
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