Una técnica radiológica para invaginación intestinal

El Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) ha desarrollado y estandarizado una novedosa técnica de radiología pediátrica que resuelve la oclusión intestinal infantil evitando la cirugía. Consiste en una maniobra manual externa controlada con ecografía.

María R. Lagoa | 20/11/2012 17:12

José Ramón Fernández Lorenzo, José Luis Vázquez Castelo y Juan Vieito Fuentes. (DM)

El primer estudio sobre la técnica acaba de ser distinguido con el premio "Jacques Lefebvre 2012", al ser considerado como el mejor de todos los presentados en el último Congreso Europeo de Radiología Pediátrica, celebrado en Atenas (Grecia). También ha sido publicado en Pediatric Radiology.

En el Chuvi, cuando los especialistas se encuentran con una invaginación intestinal, recurren como primera opción a este procedimiento. "Está basado en una nueva maniobra clínica, controlada con ecografía, para colocar el intestino en su sitio gracias a una serie de manipulaciones externas", ha explicado el radiólogo pediátrico José Luis Vázquez Castelo, autor principal del trabajo. En la mayoría de casos resulta exitosa y el niño elude otros métodos terapéuticos como la intervención quirúrgica.

La invaginación intestinal es la forma más frecuente de obstrucción intestinal en niños. Después de la apendicitis, es la urgencia quirúrgica más frecuente en la población pediátrica. Generalmente, afecta a niños de entre tres meses y tres años, siendo secundaria a un proceso infeccioso de origen vírico. A raíz de la infección se produce una respuesta inmunológica que hipertrofia el tejido linfoide intestinal y de los ganglios linfáticos, lo que ocasiona la invaginación intestinal o introducción de un segmento del intestino en otro (del íleo en el colon). El Chuvi registra una media de 10 casos anuales. "Se trata de un problema serio, que causa obstrucción e isquemia o reducción del flujo sanguíneo. Los pacientes presentan una patología grave y es una urgencia quirúrgica que exige una actuación rápida, eficaz y coordinada", ha significado Vázquez Castelo.

Para tratar la patología, hasta ahora había dos alternativas. La primera consiste en utilizar un enema de líquido o aire, con el que el radiólogo empuja al intestino para situarlo en su lugar. Cuando no funciona, hay que hacer una reducción directa de la invaginación intestinal a través de la cirugía. De los 20 pacientes incluidos, 17 superaron el problema sin necesidad de someterse al enema ni a la cirugía, tres tuvieron que ser tratados con el enema y uno tuvo que pasar por quirófano.

Opción no invasiva
"Esta nueva técnica de reducción manual externa bajo guía ecográfica aporta una opción adicional, no invasiva, que se hace previamente a las dos estrategias con las que contábamos hasta el momento", ha comentdoa el primer autor del trabajo. El niño se seda para hacer la reducción manual: "Conseguimos así una relajación de la pared abdominal y realizamos una serie de maniobras externas, que describimos y estandarizadmos, para recolocar el intestino".

La técnica ha generado expectación y varios hospitales han mostrado interés en implementarla. Ahora, el equipo de especialistas del Chuvi, en el que intervienen, además de radiología pediátrica, pediatría, cirugía pediátrica y anestesia, pretende realizar estudios multicéntricos para validar el método.

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