Los alimentos complementarios en la primera infancia refuerzan las reservas de hierro
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_131311.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 02/11/2013) Traducido del inglés: martes, 13 de noviembre, 2012"Aún se desconoce la importancia biológica de un alto nivel de ferritina en sangre a los seis meses, aunque se podría decir que tener reservas de hierro más altas a esa edad es un hallazgo positivo en cuanto al riesgo futuro de padecer deficiencia del mineral", dijo la doctora Mary S. Fewtrell, del Instituto de Salud Infantil del University College de Londres, Reino Unido.
Con su equipo comparó el nivel de hierro y de crecimiento de un grupo de bebés de Islandia que, al azar, recibieron cuatro o seis meses de lactancia materna exclusiva. Las madres a las que se les indicó agregar alimentación complementaria debían combinar la lactancia con otros alimentos dentro de los siete días de la asignación de la intervención.
El equipo observó que el agregado de alimentos complementarios cubrió apenas el 10 por ciento de los requerimientos energéticos diarios de los bebés de entre seis y 11 meses de edad, y sólo el 8 por ciento de las necesidades diarias de hierro en ese mismo período de vida.
Aun así, como publica el equipo en Pediatrics, los bebés tenían niveles de ferritina en sangre significativamente más altos que los bebés del grupo control (sin alimentación complementaria).
Los autores no detectaron diferencias significativas entre los grupos en las determinaciones de hemoglobina, volumen celular medio, la capacidad total de fijación del hierro o el ancho de distribución de los glóbulos rojos.
A los seis meses, siete bebés (cinco en el grupo tratado con lactancia materna exclusiva únicamente y dos en el grupo tratado con alimentación complementaria) tenían las reservas de hierro bajas. Seis tenían deficiencia de hierro (cuatro en el grupo en el grupo control) y uno de cada grupo tenía anemia por deficiencia de hierro.
No hubo una diferencia significativa en el crecimiento entre los bebés de ambos grupos.
"El estudio no aporta pruebas suficientes para respaldar la recomendación de adelantar la introducción de alimentos complementarios en la primera infancia porque la investigación se concentró en dos resultados: el crecimiento y el nivel de hierro en sangre -sostuvo Fewtrell-. Los resultados deben interpretarse en el contexto de las pruebas de que la edad al momento de agregar alimentos complementarios alteraría otros resultados asociados con la salud del bebé".
"Los pros y contras de adelantar la introducción de alimentos complementarios deberían considerarse en distintas circunstancias, como puede ser el riesgo de morbilidad/mortalidad por infecciones asociadas con el acceso a agua corriente y alimentos seguros versus el riesgo de alergia/enfermedad celíaca en distintas poblaciones", explicó Fewtrell.
"Nuestros resultados deberían ayudar en esas consideraciones y para la realización de futuras revisiones sistemáticas o meta análisis".
FUENTE: http://bit.ly/RPrghA
Reuters Health
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