Un estudio investiga una posible relación entre la fiebre y la gripe durante el embarazo y el autismo
Aunque exista un riesgo más elevado, aún así es muy pequeño, enfatizó una investigadora
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_131291.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 02/11/2013) Traducido del inglés: martes, 13 de noviembre, 2012 No obstante, las mujeres que han tenido fiebre durante un largo periodo o la gripe durante el embarazo no deberían preocuparse demasiado por estos resultados, ya que el riesgo detectado era extremadamente bajo.
Las infecciones leves no se asociaron con un aumento del riesgo de autismo, hallaron investigadores daneses. El consumo de antibióticos se asoció con un riesgo especulativo muy bajo, según el estudio publicado en línea el 12 de noviembre y en la edición impresa de diciembre de la revista Pediatrics.
"[Este] estudio es exclusivamente exploratorio y es muy pronto para sugerir ninguna implicación clínica" afirmó la líder del estudio, la Dra. Hjordis Osk Atladottir, del Instituto de Epidemiología y Medicina Social de la Universidad de Aarhus.
Añadió que "en realidad el estudio muestra que alrededor del 99 por ciento de las mujeres que contraen la gripe, que pasan por un proceso febril o toman antibióticos durante el embarazo no tienen hijos autistas".
Tener una infección hace reaccionar al sistema inmunológico del organismo, que desencadena una reacción con el objetivo de neutralizar el peligro.
Que el organismo se defienda es algo bueno, pero los estudios sugieren que la activación del sistema inmunológico de la madre puede dañar el desarrollo neurológico del feto.
Nadie sabe con certeza la razón por la que esto sucede, pero, comentó Atladottir, "estudios previos sugieren que la activación del sistema inmunológico materno afecta los niveles de ciertas citoquinas en la sangre materna".
Las citoquinas son células portadoras de información del sistema inmunológico. Algunas citoquinas pueden atravesar la barrera placentaria y allí "alterar la liberación de neurotransmisores y, por tanto, afectar el desarrollo cerebral del feto", aseguró Atladottir. Hizo hincapié en que se trata solo de pura especulación.
Otra experta en autismo habló sobre la posibilidad de que la infección durante el embarazo podría de alguna manera afectar el desarrollo cerebral del bebé.
Los estudios en animales "sugieren que una infección inmunológica materna produce cambios prolongados en el cerebro, incluyendo los percibidos en los individuos con el espectro autista", señaló Alycia Halladay, directora principal de ciencias clínicas y ambientales de Autism Speaks. "La investigación sugiere que unos químicos específicos, llamados citoquinas, pueden actuar como mediadores de este efecto".
Uno de cada 88 niños de EE. UU. ha sido diagnosticado con un trastorno del espectro autista, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. Este es el término general usado para los trastornos de desarrollo que pueden ser desde leves a graves y que con frecuencia afectan a las habilidades sociales y comunicativas. Se sabe poco sobre las causas del autismo o las razones por las que las tasas parecen estar aumentando.
Para realizar este estudio, los investigadores preguntaron a las madres de casi 100,000 niños nacidos en Dinamarca entre 1997 y 2003 sobre su historial de infecciones, gripe y el uso de antibióticos durante el embarazo.
Los hijos de las madres que afirmaron haber tenido la gripe durante el embarazo tenían el doble de probabilidades de ser autistas. Tener fiebre durante una semana o más se asoció con la triplicación del riesgo.
Las infecciones urinarias, respiratorias y genitales comunes no fueron asociadas con un aumento del riesgo, observaron los investigadores.
El uso de antibióticos se asoció con un aumento del riesgo casi insignificante, aunque los autores notaron que algunos medicamentos de este tipo pueden afectar la función del ácido fólico, esencial para el desarrollo neural del feto.
Pero tal y como los autores observaron, el estudio tenía varias limitaciones, como el hecho de que fueran las propias mujeres las que informaran si habían estado enfermas durante el embarazado, una medida potencialmente poco fiable.
Y también existe la posibilidad de que los hallazgos se debieran en parte a la pura casualidad, opinó Atladottir.
"Hicimos alrededor de cien pruebas estadísticas", añadió. "La regla matemática dice que alrededor del 5 por ciento de las pruebas son significativas estadísticamente por pura casualidad. Nuestros pocos hallazgos significativos estadísticamente podrían por lo tanto ser el resultado del azar", indicó Atladottir.
"Por consiguiente, debemos decir que nuestro estudio es especulativo y que debemos estudiar este tema con mayor profundidad para extraer conclusiones", afirmó.
La experta estadounidense Halladay aconsejó a las futuras madres.
"Las mujeres embarazadas deberían seguir la dirección de su médico o proveedor de atención de la salud para llevar un embarazo sano", comentó Halladay. "Esto incluye evitar las enfermedades y las infecciones".
Aunque el estudio encontró una asociación entre la infección materna y el autismo, no demostró que exista una relación causal.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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