Un informe plantea el dilema ético de utilizar la biomedicina para mejorar la productividad laboral
13/11/2012 - E.P.
Son avances que podrían tener un impacto significativo en la forma de trabajar en un futuro cercano
Un informe realizado por diferentes investigadores británicos ha planteado el dilema ético que puede surgir al utilizar los avances científicos de la biomedicina para mejorar la productividad en determinados empleos, tales como los implantes de retina para ayudar a los pilotos a ver por la noche o el uso de sustancias estimulantes para mantenerlos en constante alerta.
El informe ha sido publicado después de un taller conjunto entre las cuatro principales instituciones británicas científicas que analizan las tecnologías emergentes, tales como el uso de miembros biónicos o los citados implantes de retina en conductores.
Genevra Richardson, profesora de derecho del Kings College de Londres y uno de los autores del informe, dijo que, aunque estos cambios podrían beneficiar a la sociedad en aspectos importantes, como por ejemplo al aumentar la productividad del personal, su uso también tenía "implicaciones políticas" que deben ser considerados por los gobiernos, los trabajadores y los sindicatos.
"Hay una serie de tecnologías en desarrollo y algunas ya en uso que tienen el potencial de transformar nuestros lugares de trabajo, para bien o para mal", ha admitido.
De hecho, los expertos dicen que algunos fármacos y otras técnicas que inicialmente se utilizaban en personas enfermas se están comenzando a utilizar cada vez más "por personas sanas que quieren beneficiarse por su rentabilidad".
Barbara Sahakian, profesora de Neuropsicología clínica de la Universidad de Cambridge que ha contribuido al informe, ha puesto como ejemplo un medicamento genérico prescrito para los trastornos del sueño como la narcolepsia, que es de uso frecuente por parte de académicos y directivos de negocios que viajan continuamente a congresos y necesitan estar en plenas condiciones cuando pronuncian un discurso.
Otros estimulantes, recetado para enfermedades como el Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), también son utilizados por personas sanas para mejorar su atención.
El problema de esto es que no hay estudios que demuestren la seguridad a largo plazo de estos fármacos en personas sanas, señalaron los expertos, por lo que puede haber riesgos desconocidos.
En el informe también se han referido a las tecnologías de mejora visual, como los implantes de retina, que podrían ser utilizados por los militares, los guardias de seguridad o los guardabosques, movidos por la necesidad de "querer exprimir su productividad".
El informe ha sido publicado después de un taller conjunto entre las cuatro principales instituciones británicas científicas que analizan las tecnologías emergentes, tales como el uso de miembros biónicos o los citados implantes de retina en conductores.
Genevra Richardson, profesora de derecho del Kings College de Londres y uno de los autores del informe, dijo que, aunque estos cambios podrían beneficiar a la sociedad en aspectos importantes, como por ejemplo al aumentar la productividad del personal, su uso también tenía "implicaciones políticas" que deben ser considerados por los gobiernos, los trabajadores y los sindicatos.
"Hay una serie de tecnologías en desarrollo y algunas ya en uso que tienen el potencial de transformar nuestros lugares de trabajo, para bien o para mal", ha admitido.
De hecho, los expertos dicen que algunos fármacos y otras técnicas que inicialmente se utilizaban en personas enfermas se están comenzando a utilizar cada vez más "por personas sanas que quieren beneficiarse por su rentabilidad".
Barbara Sahakian, profesora de Neuropsicología clínica de la Universidad de Cambridge que ha contribuido al informe, ha puesto como ejemplo un medicamento genérico prescrito para los trastornos del sueño como la narcolepsia, que es de uso frecuente por parte de académicos y directivos de negocios que viajan continuamente a congresos y necesitan estar en plenas condiciones cuando pronuncian un discurso.
Otros estimulantes, recetado para enfermedades como el Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), también son utilizados por personas sanas para mejorar su atención.
El problema de esto es que no hay estudios que demuestren la seguridad a largo plazo de estos fármacos en personas sanas, señalaron los expertos, por lo que puede haber riesgos desconocidos.
En el informe también se han referido a las tecnologías de mejora visual, como los implantes de retina, que podrían ser utilizados por los militares, los guardias de seguridad o los guardabosques, movidos por la necesidad de "querer exprimir su productividad".
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