El exceso de hierro constituye un factor pronóstico de mortalidad en los pacientes con enfermedades hematológicas que requieren transfusiones sanguíneas periódicas
Redacción
Hematólogos de toda España se han dado cita en Madrid en la Jornada Actualizaciones en Eritropatología y Sobrecarga Férrica, una iniciativa que cuenta con la colaboración de Novartis
Madrid (13-5-11).- Cada vez existen más evidencias del peligro que representa la sobrecarga de hierro, tanto desde el punto de vista del empeoramiento de la calidad de vida del paciente con enfermedades hematológicas, como desde el punto de vista del aumento del riesgo de mortalidad. Por ello, para analizar la importancia del correcto diagnóstico y tratamiento de la sobrecarga de hierro, hematólogos de toda España se han dado cita en Madrid en la Jornada Actualizaciones en Eritropatología y Sobrecarga Férrica, una iniciativa que cuenta con la colaboración de Novartis.
Según explica Ana Villegas, de la Universidad Complutense de Madrid (Hospital Clínico San Carlos) y una de las coordinadoras de la reunión, "se trata de realizar una actualización del manejo y tratamiento de la sobrecarga férrica en vista del daño que puede causar en los pacientes". Para esta experta, la sobrecarga de hierro se produce porque con cada transfusión el organismo recibe hierro, una sustancia imprescindible que se convierte en tóxica cuando su concentración es elevada.
No obstante, el hierro es básico para la vida, pero cuando se acumula de manera excesiva puede ser muy dañino. Y este es un factor de riesgo asociado al que se enfrentan cada día los pacientes con enfermedades como la talasemia mayor, la anemia de células falciformes y los Síndromes Mielodisplásicos (SMD), cuyo tratamiento requiere transfusiones de sangre con frecuencia.
Diversos estudios han mostrado que las consecuencias clínicas de la sobrecarga de hierro en adultos con dependencia transfusional regular pueden aparecer antes de los cuatro años y que después de haber recibido 20 o más transfusiones se comienza a observar toxicidad en varios órganos, fundamentalmente hígado, corazón y órganos endocrinos.
Como explica Beatriz Arrizabalaga, médico adjunto del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital de Cruces y también coordinadora del Curso, "el hierro no ligado a transferrina libera gran cantidad de radicales libres que producen disfunción y muerte celular. Concretamente, por cada bolsa que se trasfunde, el paciente recibe 200-250 mgs de hierro. Por ello es necesario controlar los niveles de ferritina con el fin de conocer si existe la sobrecarga de hierro, y de tratar con un fármaco quelante a aquellos pacientes con niveles de ferritina sérica superior a 1.000ng/ml".
En la actualidad, el tratamiento farmacológico eficaz para eliminar el exceso de hierro en las anemias transfusionales es el tratamiento quelante. El fármaco quelante se une al hierro y ayuda a eliminarlo a través de la orina y/o de las heces. "En este sentido", explica la doctora Villegas, "la duración del tratamiento quelante está en función de los requerimientos transfusionales, de la gravedad de la sobrecarga y de la eficacia del quelante, aunque en general esta terapia tiene que ser a largo plazo".
Medir los depósitos de ferritina
Además de la determinación de la ferritina sérica en el organismo, un buen parámetro para medir los depósitos de ferritina en el organismo cuando no existe inflamación concomintante, ya que aumenta o disminuye de manera similar al almacenamiento de hierro, otro método de medición del hierro en el organismo es la resonancia magnética. "La misma es una técnica no invasiva que determina con buena correlación la concentración de ferritina en el hígado y también nos da una medida indirecta del nivel de ferritina en el corazón, datos con los que se establece una dosis aún más ajustada del fármaco quelante", explica la doctora Arrizabalaga.
El objetivo del tratamiento quelante no es "eliminar" la sobrecarga de hierro, sino mantener unos niveles que no sean dañinos a nivel visceral. Hasta hace unos años, el tratamiento quelante estándar requería infusiones cada noche que se administraban mediante una aguja y una bomba de infusión, y que con frecuencia duraban 8-12 horas durante 5-7 noches a la semana mientras el paciente siguiera recibiendo transfusiones de sangre o tuviera un exceso de hierro en el organismo. "Sin embargo, a pesar de su eficacia, la incomodidad de su administración provocaba el incumplimiento del tratamiento de muchos pacientes", afirma la doctora Villegas.
"En la actualidad", continúa esta experta, "ya disponemos de un tratamiento quelante oral, que aporta más comodidad para los pacientes y, en consecuencia, permite que el seguimiento y cumplimiento de la terapia sean mejores y éstos dispongan de una mejor calidad de vida. En cualquier caso, el correcto diagnóstico y tratamiento de la sobrecarga férrica favorecerá una menor morbilidad y mortalidad del paciente".
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