Un modelo informático permite conocer la visión del mundo del recién nacido
Redacción
Los niños pueden usar su conocimiento para generar expectativas sorprendentemente sofisticadas acerca de las nuevas situaciones con las que se vayan enfrentando
Madrid (28/30-5-11).- En las últimas dos décadas los científicos han demostrado que los niños, con tan sólo unos meses de vida, tienen un sólido conocimiento de las normas básicas del mundo físico, comprendiendo por ejemplo que los objetos no pueden "teletransportarse" de un lugar a otro.
Ahora, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, han desarrollado un modelo informático que simula un tipo de conocimiento conocido como razonamiento puro o deductivo, que calcula la probabilidad de un evento en particular, teniendo en cuenta lo que sabe acerca de cómo se comportan los objetos que participan en él.
De este modo, han observado una estrecha correlación entre las predicciones del modelo y las respuestas de los niños ante situaciones reales, lo que sugiere que actúan de forma similar, explica Tenenbaum.
El estudio que se publica en la revista Science, forma parte de un amplio programa cognitivo infantil en el que están participando niños de tres, seis y doce meses de vida, para analizar su conocimiento acerca del mundo físico y social.
Según explica Elizabeth Spelke, profesora de Psicología en la Universidad de Harvard, que también ha participado en este proyecto de investigación, se realizó una ardua labor para demostrar que los bebés entienden algunos principios abstractos del mundo físico.
Asimismo, también demostró que su nivel de sorpresa se puede medir por el tiempo que permanecen mirando un objeto.
Seguidamente, Tenenbaum procedió al desarrollo del citado modelo informático para predecir cómo interpretan escenarios animados en función de sus conocimientos sobre el comportamiento de algunos objetos.
Por ejemplo, a los niños de doce meses se les presentaron cuatro objetos (tres azules y uno rojo) que rebotaban en un contenedor. Tras unos minutos, la escena se oscurecía durante un leve periodo en el que uno de los objetos salía del contenedor por una pequeña abertura.
Cuando la escena se oscurecía levemente, apenas 0,04 segundos, los bebés se sorprendían más cuando uno de los objetos salía del recipiente pero, en cambio, cuando la penumbra se alargaba durante dos segundos, el objeto de salida cobraba menos importancia y sólo se sorprendían si el que salía era el rojo.
El modelo predijo con exactitud el comportamiento de los niños, al igual que en otros ejercicios similares, siendo la primera vez que una máquina predice con tanta precisión los comportamientos cognitivos infantiles.
No tenemos aún una teoría unificada, pero estamos empezando a avanzar en la descripción de aspectos fundamentales que interfieren en la cognición infantil que, hasta ahora, sólo se describían de forma intuitiva, ha explicado Tenenbaum.
Además de realizar estudios similares con los lactantes más pequeños, Tenenbaum planea perfeccionar su modelo incluyendo otros principios físicos que los niños parecen entender, tales como la gravedad o la fricción.
Los autores creen que los niños son mucho más inteligentes que este modelo, pero se aproxima en gran medida a su forma de pensar e interpretar su mundo.
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