Hallan un único gen que controla lisosomas y autofagosomas, clave en procesos neurodegenerativos
Redacción
Facilitaría la búsqueda de terapias para enfermedades relacionadas con fallos en la eliminación de residuos celulares, denominadas enfermedades de almacenamiento lisosómico, como la enfermedad de Tay-Sachs, Batten o Fabry, o patologías neurodegenerativas, como Alzheimer o Parkinson
Madrid (28/30-5-11).- Un equipo internacional de investigadores ha descubierto un gen 'master' que controla los lisosomas, encargados de destruir los desechos celulares, y los compartimentos celulares denominados autofagosomas, que encapsulan el material y se funden con los lisosomas para eliminar la totalidad de estos residuos.
Un artículo sobre esta investigación, realizado en colaboración por científicos del Cambridge Institute for Medical Research of the University of Cambridge en Reino Unido, se publica en la edición online del último número de la revista especializada Science Express.
Según Andrea Ballabio, director científico del Instituto Telethon de Genética y Medicina (TIGEM), en Nápoles, y profesor de Genética Molecular y Humana del Baylor College of Medicine (BCM) y el Texas Children's Neurological Research Institute, el gen 'master' (factor transcripción EB o TEFB) que controla la función de los lisosomas, controla también la función de los autofagosomas".
Los defectos que pueden surgir en este proceso están también implicados en desórdenes neurodegenerativos, como el Alzheimer y el Parkinson, explica Ballabio, autor principal de este estudio, que describe los autofagosomas como recolectores de los residuos celulares que los llevan a los lisosomas donde son “incinerados”.
El descubrimiento de que un sólo gen 'master' dirige esta actividad es uno de los pocos ejemplos de regulación coordinada de dos compartimentos celulares, señala.
Ballabio ha demostrado también que TEFB regula la génesis y formación de los lisosomas, pero se está considerando si se podría usar el gen como un 'interruptor' para incrementar la capacidad de la célula para deshacerse de los productos de desecho.
Se sabía que el número de lisosomas puede aumentar, pero no sería útil sin más autofagosomas. Los autores creen que no habría razón para incrementar los incineradores a menos que se pudiera también aumentar el número de recolectores, pero haora se ha descubierto que TFEB controla ambas actividades.
Este hallazgo ayuda a abrir nuevos caminos para buscar fármacos que activen este proceso, ha señalado Carmine Settembre, investigadora de postdoctorado en el TIGEM y otra de las autoras de este trabajo, realizado ya en modelos experimentales y en marcha aún en el laboratorio.
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