Un nuevo tratamiento lisa los trombos del tejido cerebral
Redacción
Un nuevo tratamiento para un subconjunto de pacientes de ictus, que combina cirugía minimamente invasiva, técnicas de imagen y el anticoagulante t-PA, ha demostrado ser seguro y efectivo
Madrid (31-5-11).- Así lo ha demostrado un ensayo clínico multicéntrico dirigido por investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, y presentado por primera vez en la Conferencia Europea de Ictus celebrada en Hamburgo (Alemania).
Este nuevo tratamiento fue desarrollado para pacientes con hemorragia intracerebral (ICH), que causa un trombo en tejido cerebral. Este trombo aumenta la presión y filtra sustancias químicas inflamatorias que pueden causar daño cerebral irreversible, que puede genera muerte o discapacidad.
El tratamiento usual para la ICH, tanto cuidados paliativos generales como control de la presión sanguínea y ventilación, que se considera el tratamiento estándar; como cirugía invasiva, que implica extirpar partes del cerebro para eliminar el coagulo, tienen tasas similares de mortalidad, que van desde el 30 hasta el 80 por ciento, en función del tamaño del coagulo.
Para mejorar estas tasas de mortalidad y la calidad de vida de estos pacientes, el profesor de Neurología de la Universidad Johns Hopkins Daniel Hanley y su equipo desarrollaron y probaron un nuevo tratamiento en 60 pacientes de 12 hospitales en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Alemania. Después compararon sus resultados con los de 11 pacientes que recibieron sólo cuidados paliativos.
Después de que los neurólogos diagnosticaran a los pacientes en el grupo de tratamiento con ICH en estos hospitales, los cirujanos practicaron orificios en el cráneo de los pacientes, cercanos a la localización del coagulo, del tamaño de una pequeña moneda.
Con un 'software' de alta tecnología neuro-navegacional, similar a un GPS, que proporciona imágenes detalladas del cerebro, los médicos ensartaron catéteres a través de esos orificios, directamente en los coágulos. Usaron estos catéteres para suministrar por goteo t-PA en el coagulo durante tres días a una de dos dosis: 0.3 miligramos o 1 miligramo cada ocho horas.
Los investigadores descubrieron que el tamaño del coagulo en pacientes tratados con ambas dosis se reducía en más del doble, en comparación con sólo el 1 por ciento en pacientes que recibieron sólo cuidados paliativos.
La comparación de los escáneres CT diarios mostró que los pacientes en los grupos de tratamiento cuyos catéteres fueron situados de la forma más adecuada a través de la parte más larga del coagulo presentaron la reducción de tamaño más efectiva del tumor.
Aquellos pacientes del grupo de tratamiento comparados con el grupo de cuidados paliativos tenían una mortalidad de un 10 por ciento 30 días después del tratamiento, una tasa más baja que la clásica tasa de mortalidad alta esperada para esta enfermedad
Después de seguir a estos pacientes durante seis meses, los investigadores descubrieron que los pacientes tratados conseguían puntuaciones significativamente mayores en un test que medía la habilidad para funcionar en la vida diaria, en comparación aquellos que sólo recibieron cuidados paliativos.
En general, Hanley dice que el nuevo tratamiento parece ser una alternativa viable y prometedora al actual tratamiento estándar de cuidados paliativos o la cirugía invasiva.
Los autores están confirmando que los pacientes se recuperan mejor si se elimina la mayor cantidad de coagulo posible, pero su eliminación por métodos más suaves parece ser la clave, y también indican que reducir el tamaño del coagulo con un método minimamente invasivo es "fundamental para optimizar la recuperación del paciente".
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