El tratamiento frente a la gripe A(H1N1) debe iniciarse en las primeras 48 horas

SALUD PÚBLICA
El tratamiento frente a la gripe A(H1N1) debe iniciarse en las primeras 48 horas
JANO.es · 05 Agosto 2009 08:45

La OMS recuerda que sólo así se reduce con eficacia el riesgo de neumonía y de hospitalización


Los pacientes con gripe A(H1N1) que reciben antivirales en las primeras 48 horas tras la aparición de los primeros síntomas tienen más posibilidades de reducir su riesgo de desarrollar neumonía, una de las causas de muerte más frecuente de estos pacientes, así como su riesgo de hospitalización, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Como refiere el comunicado de la organización, “el tratamiento administrado en las primeras 48 horas después de los primeros síntomas consigue los máximos beneficios para el paciente, pero su inicio tardío también es beneficioso, por lo que debe ser administrado tan pronto como sea posible”, incluso sin esperar al resultado de los test que confirmen el virus.

No en vano, “los beneficios clínicos asociados con oseltamivir incluyen la reducción del riesgo de neumonía, una de las causas de muerte más frecuente en estos pacientes, y de la hospitalización”.


Atención a las ‘señales de peligro’

Si bien la mayoría de los infectados por la gripe A(H1N1) presentan síntomas moderados y se recuperan en una semana, incluso sin recibir tratamiento, la OMS pide a los profesionales sanitarios, a los pacientes y los cuidadores que estén “alerta a las señales de peligro que puedan avisar de que la enfermedad está progresando hacia estadios más severos ya que la progresión puede ser muy rápida”.

En concreto, recomienda que estén atentos a la aparición en infectados de “señales de peligro”, como son las dificultades para respirar, tanto durante una actividad física o en descanso; la fiebre alta durante tres días consecutivos; los esputos con sangre; el dolor de pecho; la alteración del estado mental; el cambio en el tono de la piel; o las bajadas de presión arterial. “En niños, las señales de peligro incluyen respiración rápida, falta de alerta, dificultad para levantarse y pocas ganas de jugar”.
OMS