jueves, 12 de noviembre de 2009

El envejecimiento es el mayor factor de riesgo de disfunción endotelial


Rodríguez-Mañas

Diariomedico.com
ESPAÑA
MÁS ACTIVIDAD INFLAMATORIA Y ESTRÉS OXIDATIVO
El envejecimiento es el mayor factor de riesgo de disfunción endotelial

Las consecuencias del envejecimiento no se ven sólo en la pérdida de la memoria y en la aparición de algunas limitaciones físicas. Un estudio coordinado por Leocadio Rodríguez-Mañas, del Hospital de Getafe, en Madrid, ha llegado a la conclusión de que envejecer produce disfunción endotelial de forma independiente a otros riesgos cardiovasculares.


Clara Simón Vázquez - Jueves, 12 de Noviembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. Se ha visto que si se añaden sustancias para inhibir la inflamación o que actúen como antioxidante, se puede revertir la disfunción endotelial
2. El estudio sienta las bases fisiopatológicas que explican que en ausencia de factores de riesgo los añosos desarrollan enfermedad cardiovascular

En ancianos sin factores de riesgo cardiovascular existe disfunción endotelial, según ha constatado un estudio coordinado por Leocadio Rodríguez-Mañas, de la Unidad de Investigación del Hospital de Getafe, en Madrid, que se publica en el último número de Aging Cell.

Así, el envejecimiento se convierte en factor de riesgo de daño arterial precoz, "lesiones previas a la ateroesclerosis", ha dicho Rodríguez-Mañas a Diario Médico.

En el trabajo se ha visto que se produce un aumento de la actividad inflamatoria y de la producción de estrés oxidativo. "En laboratorio hemos comprobado que si se añaden sustancias para inhibir la inflamación o que actúen como antioxidantes, se puede revertir la disfunción endotelial".

Ahora habrá que ver si se pueden emplear antiinflamatorios en este grupo de sujetos, en qué dosis, durante cuánto tiempo y si no se producen efectos secundarios. "Pasar de estudios in vitro a la práctica clínica supone atravesar muchos pasos previos que no se pueden saltar".

El estudio se ha efectuado en vasos de pacientes mayores sin riesgo cardiovascular. Se trata de perfiles complicados, ya que es difícil conseguir pacientes de estas características.

"Si revisamos los primeros estudios, que son de hace ocho años, se puede constatar que fue muy difícil reclutar a los sujetos del estudio. Hay que tener en cuenta que es fácil encontrar algún factor de riesgo, como hipertensión, en mayores de 65 años y esas personas estaban descartadas para entrar en el estudio".

No obstante, al final se logró reclutar a cerca de 200 sujetos. "Además de la parte donde estudiamos in vitro las arterias de los pacientes, in vivo, con la plestimografía, se han hecho estudios de función endotelial, no en vasos aislado sino en los de los sujetos a los que se les canulaba la arteria braquial y se observaba cómo funcionaba el endotelio".

La mitad de los sujetos estudiados eran mayores de 65 años. Según Rodríguez-Mañas, "para decir que algo es fruto del envejecimiento hay que estudiar a sujetos de 80 años, pero también de 22 años. Una de las ventajas de nuestro trabajo es que no compara edades extremas, ya que hay sujetos de todas las edades. La nube de puntos cubre todas las edades, desde los 18 hasta los 91, que es la persona mayor que participa en el estudio".

Para ver si revertía el daño asociado a la inflamación se administraron sustancias antiinflamatorias in vitro, mientras que in vivo se analizó la relajación de los vasos tras la infusión de superóxido dismutasa. "Se conseguía demostrar también in vivo que barriendo el radical superóxido, que es uno de los principales agentes oxidantes o generadores de estrés oxidativo, mejorábamos la función endotelial".

De esta forma, el estudio sienta las bases fisiopatológicas que explican que en ausencia de factores de riesgo cardiovasculares, los sujetos añosos pueden desarrollar enfermedad cardiovascular. "Muchas veces se ven sujetos de más de 80 años sin hipertensión ni diabetes y con un perfil lipídico normal que tiene un infarto de miocardio o un ictus, y el envejecimiento es el principal factor de riesgo".

La pregunta futura que se plantea y que hay que resolver es si el envejecimiento en los vasos produce un daño parecido al de la diabetes, de la hipertensión o de cualquier otro factor de riesgo. "También tenemos que analizar si los mecanismos de daño son similares y, por lo tanto, los abordajes terapéuticos deben ser iguales. Eso es en lo que estamos trabajando ahora".

El investigador ha puntualizado que no se sabe si un anciano hipertenso tiene mayor disfunción endotelial que un normotenso; sólo se conoce que sí tiene más factores de riesgo cardiovascular.No obstante, para la diabetes hay dudas; por ejemplo, se desconoce si ejercería su daño a través de mecanismos diferentes o mediante los mismos que provocan el daño vascular.
(Aging Cell 2009; 8: 226-238)
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