jueves, 26 de noviembre de 2009

Las células troncales autólogas reducen el dolor y mejoran la funcionalidad en pacientes con angina grave


Diariomedico.com
ESPAÑA
CONTRIBUYEN A REGENERAR LOS PEQUEÑOS VASOS QUE IRRIGAN EL MÚSCULO DEL CORAZÓN
Las células troncales autólogas reducen el dolor y mejoran la funcionalidad en pacientes con angina grave
El mayor estudio llevado a cabo en Estados Unidos con células troncales para la enfermedad cardiaca ha demostrado que injertar estas células en el corazón de pacientes con angina grave consigue reducir el dolor y mejorar la capacidad para caminar.


C. S. V. Orlando - Lunes, 23 de Noviembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llave conceptual:
1. Las troncales de tipo CD34+ se obtuvieron de los propios pacientes y se inyectaron en diez zonas diferentes del músculo cardiaco

Así lo ha expuesto en la reunión de la AHA, en Orlando, el autor principal del trabajo, Douglas Losordo, profesor de la Universidad Northwestern y director del programa de medicina regenerativa del Hospital Universitario Northwestern Memorial, en Chicago.

Durante doce meses, el trabajo doble ciego, en fase II, ha analizado el efecto de la inyección de células troncales purificadas, CD34+, de los propios pacientes en sus corazones, para potenciar el crecimiento de los vasos sanguíneos que contribuyen a la microcirculación del músculo cardiaco. Los investigadores atribuyen en parte a la merma de esos vasos los síntomas dolorosos en la angina grave y crónica.

"Es el primer estudio que demuestra un beneficio significativo en la reducción del dolor y en la mejora de la capacidad para realizar ejercicio físico en la población con enfermedad coronaria avanzada", resumió Losordo, que también dirige el Instituto Feinberg de Investigación Cardiovascular. El científico añadió que por primera vez un trabajo clínico aporta pruebas sobre la idoneidad de utilizar células troncales obtenidas del paciente para tratar su enfermedad cardiaca. No obstante, recordó con cautela que el hallazgo se ha alcanzado sobre 165 sujetos -procedentes de 25 centros diferentes- y que aún requiere la verificación con un trabajo en fase III.

En el ensayo las células troncales se inyectaron en diez localizaciones distintas del músculo. Los investigadores emplearon una tecnología de mapeo electromecánico muy sofisticada para identificar las partes de miocardio que estaban vivas pero no funcionantes porque no recibían suficiente irrigación microvascular.

Cepillarse los dientes
Los pacientes incluidos en el estudio presentaban angina grave o intratable, que implicaba dolor en todo tipo de actividades de la vida cotidiana, incluso las más nimias como cepillarse los dientes.Después de un año, los enfermos injertados duplicaron sus capacidades comparados con el grupo control. Además, también se registraron menos episodios de angina y tardaron más del doble, comparados con los pacientes no tratados, en presentarlos.

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