sábado, 28 de noviembre de 2009
La forma precursora del NGF podría asociarse a la patogenia del Alzheimer
Diariomedico.com
ESPAÑA
aparece modificada y en niveles elevados
La forma precursora del NGF podría asociarse a la patogenia del Alzheimer
Un grupo de investigadores de la Universidad de Lérida desvela en The American Journal of Pathology las posibles implicaciones de la forma precursora de crecimiento neuronal (proNGF) en la enfermedad de Alzheimer. Estos científicos concluyen que proNGF aparece modificada en los cerebros diagnosticados con la enfermedad y en niveles más elevados.
Sonia Moreno - Viernes, 27 de Noviembre de 2009 - Actualizado a las 17:45h.
llaves conceptuales:
1. El estrés oxidativo parece modificar a proNGF y esa forma del precursor se presenta en una cantidad dependiente del estadio del mal de Alzheimer
2. El pronNGF es detectable en líquido cefalorraquídeo, por lo que podría convertirse en un biomarcador para el diagnóstico de la enfermedad
La forma precursora del factor de crecimiento neuronal (proNGF) puede estar implicada en la patogenia de la enfermedad de Alzheimer, según desvela un trabajo que se publicará en el número de diciembre de The American Journal of Pathology, y que ha llevado a cabo el grupo de Neuropatología Molecular que dirige Carme Espinet en el Instituto de Investigación Biomédica de la Universidad de Lérida.
El precursor proNGF se conoce desde hace décadas, pero fue en 2001 cuando el laboratorio de Barbara Hempstead, en la Universidad de Cornell, en Nueva York, le atribuyó capacidad apoptósica, a partir de la interacción con el receptor p75. Otros grupos en todo el mundo indagaron en las implicaciones de esa función proapoptósica.
Uno de ellos es el de Espinet, que empezó a estudiar la presencia de proNGF en muestras de cerebro humano facilitadas por Isidro Ferrer, del Banco de Tejido Neurológico del Hospital de Bellvitge, en Barcelona.
"Vimos que los niveles de proNGF de los cerebros de pacientes que habían sido diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer se encontraban significativamente elevados respecto a los hallados en los cerebros sin el diagnóstico, y que además esos niveles dependían de la enfermedad: conforme el estadio era más avanzado, más incrementados estaban", explica la investigadora.
El siguiente paso fue purificar el proNGF de los cerebros con Alzheimer; entonces comprobaron que la forma obtenida era más estable que el proNGF purificado de los cerebros controles, lo que también fue objeto de una publicación en la citada revista. "El proNGF en Alzheimer era más resistente a la degradación. Eso nos proporcionaba, además, un buen instrumento para trabajar, teniendo en cuenta que proNGF resultaba complejo de manejar debido a su alta inestabilidad". Estos científicos se preguntaron entonces qué características del proNGF aislado de cerebro humano con Alzheimer explicaban su mayor estabilidad.
"Constatamos que estaba modificado por productos de glicación avanzada (AGE); son modificaciones bastante comunes en las enfermedades neurodegenerativas. Comprobamos que proNGF purificado se encuentra modificado por productos como AGE, que proceden a su vez de un incremento en el estrés oxidativo". Así, la principal idea expuesta en este trabajo más reciente es que proNGF se encuentra modificada de manera dependiente con el estadio de Alzheimer por la acción del estrés oxidativo, que esa forma concreta de proNGF es menos proclive a convertirse en madura y que conduce a la muerte neuronal.
"De momento, sólo puede decirse que pro-NGF modificado es un elemento con cierta relevancia en la enfermedad. Si bien es cierto que se ha planteado que el estrés oxidativo podría estar en la etiología de la enfermedad, y este trabajo vendría a ser una demostración más de que las modificaciones inducidas por dicho estrés acelerarían o desencadenarían el Alzheimer".
Implicaciones clínicas
En cuanto a las implicaciones clínicas del hallazgo, la más clara es la que atañe al diagnóstico de esta enfermedad, que afecta a unos 35 millones de personas en todo el mundo. De hecho, el grupo de Espinet también ha descubierto que proNGF resulta detectable en líquido cefalorraquídeo: "Tenemos un proyecto en marcha para determinar si puede ser útil como biomarcador", puntualiza la científica. La obtención de marcadores clínicos específicos para el Alzheimer es uno de los objetivos más codiciados en la investigación de esta neuropatología, pues contribuirían a mejorar y adelantar el diagnóstico.
Además de la ayuda del Hospital de Bellvitge, el trabajo ha contado con la colaboración del grupo de Estrés Oxidativo de Manuel Portero-Otín y Reinald Pamplona, en la Universidad de Lérida.
(Am J Pathol 2009; 175: 2.574-2.585).
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