martes, 24 de mayo de 2011

El deportista aficionado sufre mayor oxidación que el profesional - DiarioMedico.com

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ESPAÑA
DIETA TERAPÉUTICA
El deportista aficionado sufre mayor oxidación que el profesional
La actividad física y la práctica del deporte, ya sea en calidad de aficionado o en alta competición genera oxidación celular, denominada estrés oxidativo, que puede traducirse en daño celular
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Redacción - Martes, 24 de Mayo de 2011 - Actualizado a las 00:00h.


A pesar de que el organismo genera sus propias defensas antioxidantes, la práctica de ejercicio o deporte acelera la producción de radicales libres que han de ser neutralizados por sustancias antioxidantes, de las que en ocasiones el cuerpo no dispone en cantidades suficientes. Es entonces cuando se recomienda la ingestión de una dieta con sustancias antioxidantes.

Raquel Blasco, responsable del Departamento de Medicina Interna del Centro Regional de Medicina del Deporte de Castilla y León, explica que "tanto en el deportista profesional como en el aficionado, la mejor forma de prevenir esa oxidación es a través de la dieta, ingiriendo los antioxidantes en los alimentos, fruta fresca y verduras, especialmente, o a través de una matriz alimentaria zumos, cacaos, etc. Los alimentos normalmente contienen varias sustancias antioxidantes, entre las que se establece un efecto sinérgico que las hace mucho más recomendables que la administración de antioxidantes concretos en solitario".

Daño muscular

El músculo entrenado es capaz de aumentar su capacidad antioxidante endógena; por eso los deportistas profesionales pueden tolerar mayores cargas de oxidación sin que se produzca daño. El daño muscular que aparece por un exceso en una persona no entrenada no es ni más ni menos que una consecuencia de la oxidación, explica Blasco, y destaca que la antioxidación debe tenerse en cuenta en su justa medida y deberá reforzarse de forma ajustada, ya que un estado excesivamente reducido de oxidación de manera continuada en el deportista hace que el organismo no sea capaz de desarrollar sus propios sistemas antioxidantes endógenos, con lo cual el músculo estará menos adaptado a las exigencias del ejercicio.
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